martes, 27 de febrero de 2018

Los primeros autobuses de Madrid

Aunque hoy en día no podamos contemplar ninguna política de Transporte Público sin el concurso de los Autobuses urbanos, hay que recordar que su red fue la última en incorporarse al sistema de transportes de la ciudad, siendo adelantada por el tranvía y el Metro.

Alfonso XIII en la inauguración de Metro de Madrid (Metro de Madrid, 1919)

El primer intento por dotar a la ciudad de una red de autobuses se remonta al año 1922, y surge de una propuesta nacida dos años antes. El momento elegido pudiera parecer extraño ya que escasamente un año antes se había inaugurado con gran éxito la primera línea de Metro y además parecía que se había hecho una apuesta decidida por el tranvía como principal forma de transporte público.

Tranvía a su paso por la Puerta de Toledo (Museo de Historia)
No obstante, en 1920 las relaciones entre el Ayuntamiento y la empresa concesionaria de tranvías, en manos de capital belga, no pasaba por su mejor momento y además las concesiones tanto de Metro como de tranvía no dependían del Ayuntamiento sino del Ministerio y el municipio quería reservarse cierta parcela de decisión en un ámbito tan importante para la ciudad.

Extracto de las bases del primer concurso de adjudicación del servicio (Hemeroteca Municipal, BOAM, 18 de abril de 1921)
Después de un concurso fracasado, se realizó una concesión por 20 años a la casa inglesa Vickers quien para su explotación formó la Sociedad General de Autobuses de Madrid. Había ofertado la organización de una red de 20 líneas de autobuses atendida por 107 coches de la marca Tilling-Stevens, los cuales se habían mostrado muy superiores a su competencia en la prueba realizada por la Comisión de valoración que consistía en un algo sorprendente viaje a Burgos. El Ayuntamiento percibía un tres por ciento de la recaudación.

Condiciones técnicas de los vehículos en el segundo concurso de adjudicación (Hemeroteca Municipal, BOAM del 20 de marzo de 1922)
Ese mismo año se publicó el reglamento de viajeros de las nuevas líneas, que se conserva en la Imprenta Municipal y la Biblioteca Técnica. Entre sus normas, algunas llamativas a ojos contemporáneos figuran, por poner un ejemplo:

  • La prohibición de ir a más de 10 km/h en la ciudad y a más de 20 por el Extrarradio.
  • Los coches no debían perder nunca su mano izquierda durante la marcha, y no podían arrancar de ninguna parada sin el consentimiento del cobrador, dado por dos timbrazos, para evitar accidentes.
  • Quedaba prohibido escupir, arrojar papeles y fumar en el interior de los mismos, aunque sí que estaba permitido en la plataforma exterior.
  • No se permitía viajar en estado de embriaguez, ni introducir armas de fuego, ni animales, ni tampoco podían hacerlo, y leemos textualmente, “los enfermos de aspecto repulsivo, como sarnosos, diftéricos o que posean úlceras o llagas visibles”.
Reglamentos Municipales de los años 1920, 1921 y 1922 (Biblioteca Técnica)
Según leemos en el estudio de José Antonio Tartajo El servicio de autobuses urbanos en Madrid: La Sociedad General de Autobuses de Madrid (1922–1927), los primeros autobuses llegaron en octubre de 1922 y estaban pintados de rojo. Se conserva una espectacular filmación de British Pahé sobre la llegada de los primeros vehículos desde Inglaterra.


La primera línea unía la Red de San Luis y Atocha y pronto se añadieron otras fijas complementadas con servicios especiales a la plaza de toros o al Metropolitano.


Autobús Tilling Stevens. Servicio extraodinario al Metropolitano (EMT)
No obstante, la implantación del servicio no constituyó el éxito esperado. Solamente llegaron a prestar servicio 50 autobuses de los más de 100 ofertados, que además se averiaban con frecuencia, sin que la empresa llegara a obtener los beneficios esperados. Los cambios en el modelo de autobús y la reorganización de las líneas no mejoraron las cosas.

Autobús Tilling Stevens de la red de autobuses de Barcelona

Un accidente al precipitarse un autobús al lecho del río Manzanares por el Puente de Segovia, y que causó un muerto y decenas de heridos, no ayudó a aumentar la consideración de los madrileños por el servicio.

Noticia del accidente de autobús en la páginas de Nuevo Mundo (Hemeroteca Municipal del 16 de enero de 1925)

Una guerra de tarifas en 1926 producida entre el tranvía, metro y autobuses terminó por herir de muerte a la Sociedad General de Autobuses de Madrid quien, arruinada, tuvo que cesar el servicio en febrero de 1927. No sería hasta 1933 cuando se implantara definitivamente el servicio de autobuses en la ciudad.