martes, 21 de marzo de 2023

El Día Mundial del Agua: Los aguadores de cuba

Un gesto habitual, intrascendente: ir a la cocina armado con un vaso y abrir un grifo para llenarlo y calmar nuestra sed. Y una vez saciados, cerrar el grifo, que nos esperará paciente hasta la próxima vez que tengamos que recurrir a él para lavarnos las manos, llenar una cacerola, fregar, tirar de la cadena o lo que se nos quiera ocurrir o necesitar. 

No siempre fue un gesto posible. De hecho, podemos poner fecha en Madrid al momento exacto en que pudimos empezar a realizarlo. Al menos el del origen de esta posibilidad, ya que todavía se tardarían varias décadas en conseguir que todos los madrileños pudieran tener agua corriente en sus pisos, o al menos en sus edificios. Nos situamos en el 24 de junio de 1858.

Inauguración de las obras del canal de Isabel II. Fotografía de Charles Clifford

Ese día, una multitud se reunió en la calle de San Bernardo para asistir a la inauguración de las obras del Canal de Isabel II, que traía el agua del rio Lozoya a Madrid. Frente a la iglesia de Montserrat se había instalado una fuente de considerables dimensiones, que luego se trasladaría primero a la Puerta del Sol, y a la glorieta de Cuatro Caminos después y que hoy todavía puede verse en la Casa de Campo de Madrid.

Un río puesto en pie. La fuente de la Puerta del Sol en 1860 MH 4009

De su potente surtidor brotaría “un río puesto en pie” según se lee en las crónicas del momento. A partir de este momento a red de canalización se extendería por toda la ciudad, por algunas partes antes que por otras. A finales del siglo XIX todavía había zonas donde el agua no llegaba. Y tampoco llegaba a los pisos más altos, ya que problemas con la presión del agua impedían que esta se pudiera levantar a una gran altura.

Botijero, con su cesta para los vasos. MH 7419.

Antes de eso cada madrileño tenía que aprovisionarse acudiendo a las fuentes públicas esparcidas por la ciudad y acarrear el agua a sus domicilios. Eso, o gastarse un dinero en contratar los servicios de uno de los profesionales más característicos de las ciudades durante el Antiguo Régimen: El Aguador.

Aguador de Madrid. MH 7789.


Había aguadores de muchos tipos. Tenemos los Aguadores ambulantes o botijeros, que portaban botijos o cántaros y cestas con varios vasos para dar de beber a los transeúntes. Los más sofisticados tenían una especia de bandeja con una o varias botellas que tenían diferentes sabores, ya que se les añadía anís o limón. Cada uno tenía su especialidad. Muchas veces se encontraban en lugares donde se congregaban multitudes como en las plazas de toros o en los puntos de mayor tránsito de la ciudad. Una evolución de este aguador la encontramos en los puestos conocidos como Aguaduchos, unos tenderetes fijos donde no sólo se podía consumir agua, sino también horchata natural, granizado de limón y, sobre todo, el agua de cebada y que en el siglo XX fueron sustituidos por kioscos o bares al aire libre.

Un aguaducho. Escena de la zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente. Obra de Ángel Lizcano y Monedero. MH 8221
Pero estos aguadores no realizaban el servicio público del reparto a domicilio. Ese trabajo lo realizaban los Aguadores de cuba. Un oficio durísimo que obligaba a sus profesionales a subir y bajar un sinnúmero de escaleras cargados con toneles de entre 20 y 40 litros de capacidad, independientemente de las condiciones climáticas del día. “Con lluvias, nieves y fiestas, siempre con la cuba a cuestas” se lee en este documento conservado en el Museo de Historia de Madrid, donde además vemos a varios de estos aguadores descansando en la Fuente de San Juan.

Con lluvias, nieves y fiestas, siempre con la cuba a cuestas. MH 2015/17/4

Y es que muchos grabados de la época nos los muestran sentados, de charla, jugando a las cartas o reparando su calzado alrededor de las fuentes, o sencillamente descansando mientras esperan su turno para rellenar su cuba y reanudar su trabajo. Acarreándola con la única ayuda de la albardilla, un trozo grueso de cuero almohadillado en su hombro izquierdo donde sostenían el peso. Muchas veces los vemos vestidos con traje típico asturiano, ya que según el estudio de Juan Jiménez Mancha Asturianos en Madrid: los oficios de las clases populares, casi el 95% de los aguadores eran asturianos y, de entre ellos, un 33% procedía de la localidad de Tineo.

Aguador. Grabado de la Ilustración Española y Americana MH 2003/17/118

Estos datos se conocen porque el Ayuntamiento de Madrid era quien concedía la licencia de aguador y hacía rellenar a sus solicitantes unos formularios donde se consignaban una serie de datos que facilitaran su reconocimiento por parte de los clientes y de las autoridades. Vemos por ejemplo los datos de Pedro de los Corrales para dar servicio en la Fuente de Capellanes. Además de su nombre y de su origen se consigna su estado civil (casado) edad (28), altura (cumplida), el color de su piel (trigueño), el de su cabello (negro), y el de sus ojos (pardos). A estos datos se les añade la forma de su nariz (regular) y una descripción de su barba (clara).


Expediente del Archivo de Villa 44-327-6

Seguimos a Juan Jiménez Mancha cuando dice que “Al no estar popularizado el uso de la fotografía, y menos para fines administrativos, se hacía necesaria una descripción lo más somera posible de quienes entraban de un modo continuo en la casi totalidad de los hogares”. Los aguadores llegaban a ser casi parte de la familia y la principal cualidad que les adornaba no era tanto su capacidad de trabajo o su fuerza, que también, sino su honradez.

La fuente de Puerta Cerrada», de Francisco Lameyer, mediados del siglo XIX Bellas Artes (Revista del Círculo de Bellas Artes de Madrid), 1927. Hemeroteca Municipal de Madrid

El Ayuntamiento determinaba además la cantidad de aguadores que podía soportar una fuente pública, en virtud del caudal que cada una pudiera tener y determinaba además el número de caños que cada fuente debía dedicar al consumo público y los que podían utilizar los aguadores. La Biblioteca Histórica conserva un reglamento de “Aguadores de número” que ordena e intenta prevenir los posibles conflictos surgidos del mal uso del agua de las fuentes públicas.

Reglamento orgánico para la matrícula, servicio y tarifas de los aguadores de número. Biblioteca Histórica Municipal, FM 1057


En el reglamento se consigna la forma de acceder a este puesto de trabajo, se prevén sanciones para aquellos aguadores que utilizaran otra fuente distinta a la inicialmente asignada. También se determina la cantidad de cubas que pueden rellenar (30 cubas de 33 litros en 1874) y la fianza que debían depositar para poder realizar su trabajo. Se menciona que las roturas o sequías de las fuentes no daban derecho al trabajador a ningún tipo de rebaja en el precio de las licencias. También se les obligaba a ponerse a disposición de la autoridad para suministrar agua en caso de incendio y de ayudar a los bomberos en su extinción.
John Todd. Aguador con sombrilla (1826). MH 2006/6/5

Se dedicaban al suministro público 22 fuentes, procedentes de 5 Viajes de agua diferentes. Algunas son fuentes de campanillas, monumentales, orgullo de la Villa, como puede ser la propia Fuente de Cibeles, dedicada al mismo tiempo a embellecer la ciudad y a dotarla de recursos hídricos. Otras fuentes son más modestas y apenas han dejado huella en la memoria popular, como la Fuente de la Calle del Soldado, del Viaje de la Castellana.

Aguador de la Fuente de Cibeles en Madrid. MH 3959 

Cada fuente tenía uno o dos encargados que, con el nombre de cabezaleros, organizaban el suministro a los aguadores asignados a ellas y prevenían los posibles conflictos que se podían dar con los vecinos, ya que estaba completamente prohibido entorpecer el paso de las aguas por los caños destinados a la vecindad. Leemos:

 “Los cabezaleros tiene la obligación de impedir que se laven ropas, verduras, cacharros, ollas o marmitas de rancho; que se bañen perros u otros animales, que abreven caballerías ni se arrojen inmundicias dentro de los pilones de las fuentes, conservando en ellos el agua, y haciendo que por los llenadores se limpien con la frecuencia necesaria.”

Trabajos de relleno de las cubas en la Fuente del Berro (1868)

Dice Jiménez Mancha que en 1924 quedaban todavía una docena de aguadores prestando servicio en la ciudad, cobrando muy caro su trabajo. Un trabajo que como el de las lavanderas, los serenos, los mozos de cuerda, los esportilleros, los carboneros, etc. acabó sucumbiendo al progreso a pesar de su enorme trascendencia para la ciudad.

viernes, 20 de mayo de 2022

San Isidro en Mayrit y Magerit (2)

El Santo “Labrador”, de Maŷrit,  en  Magerit,  para  Madrid, desde la tierra que araba y a los cielos que llegaba... Sus prodigios y milagros, como hombre tocado por la “baraka”, una suerte de “gracia divina” que sólo poseen los elegidos, se fueron transmitiendo oralmente a lo largo de cientos de años, milagros que el Bienaventurado Isidro realizó con la naturaleza, las aves, el alimento, el agua, los pobres…

Fernández Montes (1999) se basa para su estudio en los milagros que contiene el “Códice de Juan Diácono”. Este manuscrito estaba destinado a acompañar a un cadáver y explicar quién era. El cuerpo incorrupto de San Isidro según descripciones de los siglos XVI y XVII se encontraba “momificado, amojamado, o “apergaminado”. 


Cuerpo de San Isidro en la catedral de Madrid
Cuerpo de San Isidro en la catedral de Madrid. Tarjeta postal editada por Grafos. Museo de San Isidro (1921-1933)

El Códice fue escrito en latín medieval y datado en el siglo XIII con añadidos en el XV. En la primera parte, la más antigua, se cuentan cinco milagros realizados en vida del personaje. Certezas, invenciones…la leyenda de Isidro labrador se forjó y transmitió oralmente probablemente desde el Madrid musulmán hasta el cristiano del XIII.
 
1.- El milagro de Multiplicación del trigo.
Tras alimentar a unas palomas que estaban posadas en unos árboles, el Labrador quizá creyera también fueran aves de Dios, encarnación de almas o espíritus de santos, animales benéficos a los que hay que proteger y cuidar para obtener su influencia beneficiosa. 

En la iconografía cristiana la paloma es símbolo de paz y del “Espíritu Santo”, el águila atributo de San Juan Evangelista, el pelícano muestra de expiación y al Redentor, por el contrario el buitre tipifica la codicia. Por su parte, las aves paradas en los árboles tienen carácter sagrado en el Islam. Según creencias y algunas “supersticiones” documentadas entre los musulmanes norteafricanos, la cigüeña, la tórtola, la paloma son portadores de “baraka” y gracias superiores. Sin embargo, de mal agüero se tachan al búho y al cuervo.
 
2.- Dos yuntas de bueyes aran solas junto a Isidro. Es el segundo milagro, muy difundido en el S..XIII y conocido hasta hoy. El amo, informado por otros trabajadores conoce que Isidro ora y no se aplica a la labor agrícola. Para comprobarlo, el señor se esconderá y verá que dos pares de yuntas de bueyes blancos labran solas, sin que ningún ser perceptible las guíe o conduzca. Según el relato más antiguo del Códice, a Isidro en realidad le ayudaban unos seres invisible, lo cual tiene paralelismos con los yunn, espíritus marroquíes. Se les oye, se ve lo que hacen, o se nota su presencia por algo extraño, pero no son palpables. 

San Isidro labrador con ángel y bueyes. Museo de San Isidro (1881)
 

El milagro fue modificado en parte en versiones posteriores “…bueyes guiados por un ángel… El amo [,..] Pues había visto que araba en el campo con bueyes blancos un joven, al que había tomado por un vecino que le ayudaba. Pero cuando hizo acto de presencia, no vio a nadie”. Esta variante es la que se cantaba en los Oficios en la iglesia de San Andrés en honor del santo.

3.- Isidro no abandona la iglesia para proteger a su asno. Mientras reza en Santa María Magdalena, entran unos jóvenes diciendo que hay un lobo que acosa al burro del Labrador. “El varón de Dios les contestó: -Id en paz hijos; hágase la voluntad del Señor-, Y una vez acabada la oración, salió a ver qué había ocurrido con el peligro avisado y encontró a su asno libre y sin heridas. Por esta razón, reconfortado por la Divinidad, volvió al punto a la iglesia de Santa María Magdalena para dar gracias a Dios, cuya misericordia -socorre a las hombres y a las bestias”. El labrador permanece orando y Dios le premia, salvando su jumento del ataque del lobo.
 
4.- Multiplicación de alimentos para dar de comer a un pobre en su casa [la del propio Santo]. Isidro manda que se vuelva a mirar la olla que se sabía vacía, y tras su súplica aparece llena. Durante la Edad Media la multiplicación de alimentos fue uno de los milagros más reiterados entre los santos, tanto cristianos como musulmanes, San Julián (1128-1208), o la madre de Santo Tomás de Villanueva…  
Para los musulmanes, la hospitalidad, ofrecer comida aunque nada se tenga, es una cualidad muy valorada, así ocurre con Abu-l-Hayyay y con el gran santo sahariano Sidi Shaykh. 


Milagros de San Isidro. Museo de Historia (S. XVII)

 5.- Multiplicación de alimentos durante la celebración de una cofradía, Isidro llega tarde por haber estado orando y trae a unos pobres que había recogido. Los cofrades sólo tenían reservada una porción de comida para el Labrador, milagrosamente la olla estaba rebosante del guiso.

“Acabado el banquete, el servidor de Dios llevó las manos al cielo y bendijo el nombre del Señor… Viendo esto, todos los presentes supieron que el hombre de Dios era en verdad su siervo,   El que hace levantar a un menesteroso del polvo y alza a un pobre del cieno, que se siente con los príncipes y ocupe el trono de la gloria…” 

 

Lourdes de Miguel Pedrero. 

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BIBLIOGRAFÍA 

-ASÍN PALACIOS, M. (1981): Vidas de santones andaluces. La Epístola de la santidad de Ibn Arabi de Murcia. Ediciones Hiperión. Madrid.  

-FERNÁNDEZ MONTES, M. (1999): “Isidro, el varón de Dios, como modelo de sincretismo religioso en la Edad Media”.. En REVISTA DE DIALECTOLOGÍA Y TRADICIONES POPULARES, Tomo LIV, Cuaderno Primero, CSIC, Madrid. 

-GIL-BENUMEYA, D. (2018): Madrid Islámico, la historia recuperada. Ed. Madrid Destino, Cultura, Turismo y Negocio. En año 2020, 2ª edición revisada, Fundación de Cultura Islámica, Doha: Dar Al Thaqafah 

-ZOZAYA MONTES, L. (2011): “Construcciones para una canonización. Reflexiones sobre los lugares de memoria y de culto en honor a San Isidro Labrador. En TIEMPOS MODERNOS, Revista Electrónica de Historia Moderna, Vol.7, nº22. 

2021: I Congreso Interdisciplinar de Historia y Memoria del Madrid Islámico, (andalusí, mudéjar y morisco). Universidad Complutense, Facultad Filología, 20-21 mayo 2021: https://funci.org/wp-content/uploads/2021/04/Programa_Congreso-interdisciplinar-de-historia-y-memoria-del-Madrid-islamico.pdf  

2021: V Ciclo de conferencias “Lope de Vega y la Canonización de San Isidro”, Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino (FLCC) de la Universidad San Dámaso (UESD), 14 diciembre 2021: https://www.archimadrid.org/index.php/oficina-de-informacion/noticias-madrid/san-damaso-organiza-el-v-ciclo-de-conferencias-lope-de-vega-y-la-canonizacion-de-san-isidro 

 

jueves, 12 de mayo de 2022

San Isidro en Mayrit y Magerit (1)

Mim, yim, ra, ya, ta: cinco letras árabes componen la palabra Maŷrit [Madrid]. Al-Razi atribuyó la fundación de la ciudad a la iniciativa de Muhammad I, quinto emir independiente de al-Ándalus. (Maŷrit) geográficamente localizada en el Sistema Central, quedó durante siglos como límite norte de al-Ándalus. Una zona de frontera, a la que los andalusíes llamaban al-Thagr al-Awsat, «la Marca Media» o «la Frontera Media». La taifa-reino de Toledo era una de las muchas fracciones en las que se dividió Al-Andalus. De la taifa toledana formaba parte Maŷrit siendo a la vez línea y límite peligroso en la Reconquista cristiana.

Alfonso VI llegó a Toledo en el 1083, durante dos años impuso un asedio, el 6 de mayo de 1085 la ciudad se rindió, cayó todo el reino de Toledo y con él Maŷrit, Magerit en castellano medieval, Madrid. 


Modelo de Puerta islámica, arco de herradura con dos torres, (Siglo XI, Museo Arqueológico Regional de Madrid))
Modelo de Puerta islámica, arco de herradura con dos torres, (Siglo XI, Museo Arqueológico Regional de Madrid))

En este contexto se sitúa la figura de San Isidro, una época de enfrentamientos, pero también de convivencia, intercambios culturales y sincretismo, lo que hace que la figura histórica de Isidro quede envuelta en las brumas de la leyenda y dificulta conocer su verdadera significación.
 
Los estudios sobre el “protagonista” son muy numerosos desde el siglo XIII hasta hoy, resultado de investigaciones hagiográficas, de literatura Medieval y Siglo de Oro, excavaciones arqueológicas, análisis históricos que enriquecen el conocimiento sobre San Isidro y Madrid en la historia de España.

Sin embargo, escasos son los trabajos desde el punto de vista de la antropología cultural. Matilde Fernández Montes y Cristina Segura observan, como escribe Daniel Gil-Benumeya (2018) “que la vida de Isidro recuerda a los «amigos de Dios» o maestros místicos del islam”. Por ejemplo, el empeño en vivir del trabajo de sus manos, la ayuda divina cuando debe anteponer lo espiritual a lo temporal, la tendencia a ocultar sus milagros, la muerte tranquila y pacífica, la relación con la naturaleza, los animales y el agua y, muy importante, el matrimonio y la vida familiar, que en el cristianismo constituye un demérito a efectos espirituales y en el islam ocurre lo contrario.

La sugerencia es que el personaje ficticio de Isidro podría ser producto de un sincretismo cristiano-musulmán que hunde sus raíces en el Madrid andalusí y que se desarrolló posteriormente como culto popular en el Madrid cristiano, musulmán y judío.  “El hombre humilde Isidro, el labrador que supera en su santidad a aristócratas y monjes, representa un tipo de valores que en el cristianismo sólo se conocieron a partir del siglo XIII, aunque entre los santos del Magreb tiene precedentes ya desde el XI”, tal y como escribe Fernández Montes (1999).


Arca sepulcral de San Isidro
Arca sepulcral de San Isidro. Museo de Historia de Madrid

El Santo “Labrador”, de Maŷrit,  en  Magerit,  para  Madrid, desde la tierra que araba y a los cielos que llegaba... Sus prodigios y milagros, como hombre tocado por la “baraka”, una suerte de “gracia divina” que sólo poseen los elegidos, se fueron transmitiendo oralmente a lo largo de cientos de años.  El Códice de Juan Diácono es el texto, que fue escrito hacia 1271/1275, cuenta los milagros que el Bienaventurado Isidro realizó con la naturaleza, las aves, el alimento, el agua, los pobres… 


Isidro era un sencillo labrador y ofrece semejanzas con santos islámicos tardomedievales de la península y del norte de África. “El modelo cristiano basado en la combinación del ascetismo y contemplación con el servicio a la humanidad a través de realización de milagros…se corresponde con el wali islámico [amigo, protector]”. Hay prodigios que se cuentan de manera casi idéntica, algunas figuras como San Vicente fueron veneradas por ambas religiones en la Península. Probablemente hubo influencias en ambos sentidos. 

El trabajo manual es nota distintiva de los santos islámicos, por el contrario, los cristianos de la época (Edad Media) casi en la totalidad se dedican a la vida contemplativa y ascética, siendo raro los que ejercen un oficio-profesión.

Isidro en el Códice aparece como hombre afable y es cualidad habitual en los santos musulmanes. “Aben Chueco, el toledano que habitó en Madrid, -ante cuyos hermanos y discípulos- aparecía como el hombre más afectuoso y de mejor carácter…”, según Jaime Oliver Asín que recoge M. Fernández (1999). Ibn Arabi escribe sobre varios santos andalusíes que conoció en Sevilla: Abu-l-Hayyay, hombre de campo, el fámulo Abu Ali al-Sakkaz que se ganaba la vida con la labor de sus manos o el zapatero sevillano Salih al-Jarraz. (Asín Palacios, M. 1981).  
 

 

Gloria de San Isidro
Zacarías González Velázquez -Apoteosis de San Isidro-, 1789. Capilla del Museo de San Isidro, Madrid 

Isidro falleció en 1172 y se le enterró en el cementerio de la Parroquia de San Andrés. Allí en 1212, fue recuperado un cuerpo incorrupto que se atribuyó a San Isidro. El traslado de las reliquias era importante, pues sacralizaban el espacio, así que en el mismo año de 1212 fueron colocadas en el altar Mayor de la Iglesia de San Andrés, lugar de culto y memoria en honor al Labrador. El culto se centra en su sepulcro, allí se acude para obtener la mediación milagrosa, lo cual es una práctica que alcanzó un elevadísimo desarrollo en las religiones islámica y cristiana en la Edad Media.  

Y es que la verdadera vida de un santo comienza tras su muerte.
 
 

Lourdes de Miguel Pedrero

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BIBLIOGRAFÍA 

-ASÍN PALACIOS, M. (1981): Vidas de santones andaluces. La Epístola de la santidad de Ibn Arabi de Murcia. Ediciones Hiperión. Madrid.  

-FERNÁNDEZ MONTES, M. (1999): “Isidro, el varón de Dios, como modelo de sincretismo religioso en la Edad Media”.. En REVISTA DE DIALECTOLOGÍA Y TRADICIONES POPULARES, Tomo LIV, Cuaderno Primero, CSIC, Madrid. 

-GIL-BENUMEYA, D. (2018): Madrid Islámico, la historia recuperada. Ed. Madrid Destino, Cultura, Turismo y Negocio. En año 2020, 2ª edición revisada, Fundación de Cultura Islámica, Doha: Dar Al Thaqafah 

-ZOZAYA MONTES, L. (2011): “Construcciones para una canonización. Reflexiones sobre los lugares de memoria y de culto en honor a San Isidro Labrador. En TIEMPOS MODERNOS, Revista Electrónica de Historia Moderna, Vol.7, nº22. 

2021: I Congreso Interdisciplinar de Historia y Memoria del Madrid Islámico, (andalusí, mudéjar y morisco). Universidad Complutense, Facultad Filología, 20-21 mayo 2021: https://funci.org/wp-content/uploads/2021/04/Programa_Congreso-interdisciplinar-de-historia-y-memoria-del-Madrid-islamico.pdf  

2021: V Ciclo de conferencias “Lope de Vega y la Canonización de San Isidro”, Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino (FLCC) de la Universidad San Dámaso (UESD), 14 diciembre 2021: https://www.archimadrid.org/index.php/oficina-de-informacion/noticias-madrid/san-damaso-organiza-el-v-ciclo-de-conferencias-lope-de-vega-y-la-canonizacion-de-san-isidro 

martes, 26 de abril de 2022

El bombardeo de Guernica y su impacto en la prensa del momento

En plena Guerra Civil, el 26 de abril de 1937, hoy hace 85 años, Guernica fue bombardeada por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española. El ataque constituyó el primer ataque aéreo indiscriminado contra una ciudad indefensa y su población civil y, como tal, un primer ensayo de tragedias que todavía estaban por llegar y que, desgraciadamente, siguen llegando en nuestros días.

La elección de la ciudad no fue casual. Guernica era (es) una ciudad especialmente simbólica para los vascos por ser el lugar donde se reunían, bajo el Árbol de Guernica, las Juntas Generales de Vizcaya, símbolo de las libertades de los vizcaínos y su democracia.

The Crime of Guernica

The Crime of Guernica

http://www.memoriademadrid.es/buscador.php?accion=VerFicha&id=403853
 

El impacto sobre la opinión pública fue muy grande y el bombardeo ocupó las primeras páginas de la prensa escrita mundial. Pero ¿y en España? ¿Qué tratamiento informativo mereció este suceso en plena Guerra Civil, con el control sobre los medios ejercido por los bandos en conflicto? Hemos seleccionado once cabeceras de prensa para comprobar la información que sobre este tema llegó a los ciudadanos en los días posteriores del bombardeo. Todas las cabecera se conservan en la Colección Guerra Civil de la Hemeroteca Municipal que en estos momentos estamos digitalizando. 

 Y no dejes de seguir los enlaces para poder leer cada uno de los periódicos.

 

La Prensa: único diario español e hispano americano en NuevaYork del 28 de abril de 1937

Este periódico, editado en la ciudad de Nueva York, saca la noticia a primera plana: "Guernica arde; 800 muertos".

La Prensa del 28 de abril de 1937

 

El Norte : religión y patria del 1 de mayo de 1937

El titular elegido por esta publicación es "Brillante jornada: Guernica liberada"

El Norte del 1 de mayo de 1937


La Trinchera: boletín del Frente Moncloa del 1 de mayo de 1937

Comienza la crónica del suceso: "Nos han querido herir en lo más sensible de nuestros sentimientos patrioticos, ha dicho el agun Aguirre, presidente del Gobierno de Euzkadi, refiriéndose al criminal bombardeo de la aviación alemana sobre la población de Guernica, que ha quedado reducida a cenizas".

 

Tradición : semanario carlista del 1 de mayo de 1937

Este semanario se hace eco de la toma de Guernica incidiendo en que las tropas nacionales debieron sofocar los fuegos provocados por las tropas rojo-separatistas.

Tradicón: Semanario carlista del 1 de mayo de 1937

Ejército del Pueblo de mayo de 1937

Comienza la crónica de esta manera: "Guernika, que es el corazón de Euzkadi; corazón que hoy sangra, pues la barbarie fascista y extranjera lo ha herido en lo más profundo".

Ejército del Pueblo de mayo de 1937

Guernica (1937)

Folleto editado en la ciudad de París dedicado al bombardeo de la ciudad que destaca po lo abundante de sus ilustraciones.

Guernica


Acción (Las Palmas de Gran Canaria) del 29 de abril de 1937 

Leemos "A Aguirre (lendakari vasco) ya no le queda otro recurso que las calumnias que lanza: Ayer anunció la destrucción de Guernica por nuestros aviones que no pudieron volar debido al mal tiempo".

Acción del 29 de abril de 1937


Le Volontaire de la Liberté : Organe des Brigades Internationales. 9 Mai, 1937

El órgano de las Brigadas Internacionales titula: "¡Guernica!: villa martir"

Le Volontaire de la Liberté : Organe des Brigades Internationales. 9 Mai, 1937

Diario de Huelva del 29 de abril de 1937

El titular del Diario de Huelva, respecto al bombardeo de la ciudad de Guernica fue: "Los rojos y separatistas incendiaron las poblaciones de Lequeitio y Guernica, antes de abandonarlas".

 

Diario de Huelva del 29 de abril de 1937

 Ahora del 28 de abril de 1937

El diario madrileño titula: "La aviación alemana reduce a cenizas el histórico pueblo de Guernica".

Ahora del 28 de abril de 1937
 

Águilas del 29 de abril de 1937

En su página 6 encontramos el titular "Aguirre ha asegurado que la aviación nacional bombardeó Guernica y la voz de España le desmiente desde Radio Nacional".

Águilas del 29 de abril de 1937