En las décadas de 1910 y 1920 los madrileños debían pensar que sufrían una especie de maldición divina en forma de obra constante y eterna. En esos años convivieron:
Las obras de la Gran Vía, desarrolladas oficialmente desde 1910 con sus parones, acelerones, derribos, desahucios, etc. y que no concluirían hasta después de la Guerra Civil.
Obras en la Gran Vía -- Biblioteca Histórica, (M 205) |
Las obras para la ampliación del Metro de Madrid. Más de lo mismo, sólo que repartido por toda la ciudad, agujereada como un queso gruyere.
Obras del Metropolitano -- Metro de Madrid (In. 1792) |
Terraplenado del Paseo de Ronda -- Museo de Historia (Inv. 21633) |
Las obras en la Ciudad Lineal que, de hecho, no llegaron ni a terminarse.
Proyecto de la Ciudad Lineal de Arturo Soria -- Biblioteca Histórica (FM 6077) |
Por no hablar de las obras producidas por la extensión la las líneas de tranvía por toda la ciudad; los ensanches y alineaciones de fachadas de calles como la de Sevilla, Bailén y demás vías del centro; el adoquinado de la ciudad; las obras de asfaltado, etc. etc.
Asfaltado de la Plaza de Olavide -- Museo de Historia (Inv. 9632) |
Vamos, un poco como ahora, aunque tampoco tanto.
En medio de este ir y venir de carretas llenas de escombros y materiales de construcción, el arquitecto D. José Luis Oriol presentó en 1921 un proyecto de reforma de la ciudad que hubiera dejado, en comparación, las obras anteriores como una auténtica nadería. Ver el proyecto, conservado en la Biblioteca Histórica en http://bit.ly/ReformaInterior. Lo que Oriol pretendía era facilitar la comunicación dentro de la ciudad a través de la apertura de una serie de avenidas que hubieran alterado notablemente la fisonomía de la ciudad”.
Portada del Proyecto de reforma interior de Madrid, de José Luis Oriol. Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
Plano del Proyecto de reforma de José Luis Oriol -- Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
Para ello el arquitecto ideó una trama de avenidas que rodeaban la Puerta del Sol y permitían el tránsito norte – sur y este –oeste sin necesidad de circular por la céntrica plaza. De esta manera, se encauzaba el tráfico, aislando la Puerta del Sol, se dotaba “debidamente” al caserío de “viabilidad, luz, higiene y belleza” y se unirían mediante un “enlace viario de categoría” los puntos neurálgicos de la ciudad.
La comunicación norte- sur se articulaba mediante dos viales que unían el norte y el sur evitando la Puerta del Sol.
Detalle del plano del Proyecto de reforma de José Luis Oriol -- Biblioteca Histórica Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
El primero partía de la Glorieta de Bilbao y llegaba hasta la Puerta de Toledo convirtiéndose así en el cauce principal que atravesaba además la zona más densa, populosa y extensa de Madrid. Alcanzaba más de 2550 metros de longitud y sin cambios en la dirección de la pendiente, ya que se pretendía salvar la vaguada de la calle Arenal mediante un viaducto o paso elevado. Por ser la principal y la que articularía el futuro Madrid se bautizó como Avenida de Alfonso XIII.
El segundo vial norte-sur unía la misma Glorieta de Bilbao con la Plaza de Lavapiés (renombrada de Goya en el proyecto) y pretendía descargar de circulación a los tramos de Hortaleza y Fuencarral.
Plano del Proyecto de reforma de José Luis Oriol -- Biblioteca Histórica Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
La conexión este–oeste se articulaba también con dos vías principales. La primera arrancaba frente a Palacio, cruzaba la gran vía N-S, continuaba hasta la actual calle Montera, para desembocar en la trasera del edificio de la Unión y el Fenix. La segunda vía este-oeste partía frente a la Basílica de San Francisco el Grande y atravesando la Plaza del Progreso (actual Plaza de Tirso de Molina) enlazaba con la reformada Plaza de Antón Martín hasta llegar al Paseo del Prado, a la altura del Museo y el Jardín Botánico.
Avenida de Alfonso XIII -- Biblioteca Histórica Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
Una de las características más reseñables de este proyecto es el diseño de una gran avenida (Avenida de la Villa) que desde el crucero de la Catedral de la Almudena llegaba directamente a la Plaza Mayor. La unión se realizaba mediante una gran plaza (Plaza de la Constitución) frente y bajo la actual Plaza Mayor. Esta hubiera tenido que sacrificar prácticamente la mitad de su caserío y hubiera quedado abierta por un lado. Se hubiera salvado el desnivel de cuatro metros entre la proyectada plaza y la actual calle San Miguel mediante unas escaleras.
La Plaza Mayor en el proyecto de reforma de José Luis Oriol -- Biblioteca Histórica Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
Completan el plan de red primordial viaria —las dos vías que arrancando de la Plaza de Oriente conducen—, una al foco de Gran Vía Salaberry y Ancha de San Bernardo; otra a la Plaza Mayor.
Finalmente, otra vía desde la Plaza Mayor a Progreso y Lavapiés a la Plaza de Goya.
La Plaza de Oriente en el proyecto de reforma de José Luis Oriol -- Biblioteca Histórica Biblioteca Histórica MB 1905 http://bit.ly/ReformaInterior |
Aunque fue recibido con interés en determinados sectores, poco recorrido tuvo finalmente el proyecto de Oriol. No pasó del papel, por las razones que todos podemos suponer: el enorme impacto sobre la ciudad, el gigantesco presupuesto necesario y el dudoso gusto a la hora de transformar el centro histórico de la ciudad.
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