lunes, 18 de enero de 2016

Ascensión en globo de Vicente Lunardi

Originalmente Publicado el 25 de Enero de 2011.

Vicente Lunardi nació en Lucca (Italia) en el seno de una familia noble napolitana. Dedicado al servicio diplomático, viajó a Inglaterra como secretario al príncipe Caramanico, embajador de Nápoles. Aquí contactó con varios pioneros de la aeronáutica y decidió realizar un vuelo en globo de hidrógeno en Londres el 15 de septiembre 1784 contando con la presencia del mismísimo Príncipe de Gales.

El vuelo duró dos horas y 15 minutos y tal fue el éxito que su globo se expuso más tarde en el Panteón de Oxford Street tal y como vemos en esta imagen.


   Lunardi intentaba gobernar el vuelo con la ayuda de dos velas o remos ubicados en la barquilla del globo, tal y como se aprecia en este grabado de J. Dighton. Hay que hacer notar que estos remos no aparecen en las imágenes de sus vuelos en Madrid conservadas en el Museo de Historia y que reporoducimos más abajo.



Después de esta feliz experiencia, Lunardi se dedicó exclusivamente a realizar vuelos de exhibición en las cortes europeas ejecutando numerosas ascensiones en Escocia, Palermo y Nápoles, delante del rey Fernando II de las Dos Sicilias.

En 1792 se dirigió a la corte española donde realizó varios vuelos. El primero se realizó el 12 de agosto, en el Jardín del Buen Retiro, en presencia de la Familia Real y Godoy. Según cuentan las crónicas, tras elevarse el globo “se perdió de vista, y cayó en Daganzo á 5 leguas de Madrid" seguido por muchos espectadores a caballo que querían ser testigos del aterrizaje, cosa que se produjo una hora después de haberse iniciado el vuelo. 

 La crónica de este primer viaje se puede leer en el Diario de Madrid del 14 y 15 de Agosto de 1792, accesibles en nuestra web.


 Por cierto que la aventura casi termina en tragedia ya que a punto estuvo un guardia de descerrajarle un tiro al pobre Lunardi al tomar a la aeronave por “alguna cosa del otro mundo”.


 Posteriormente Lunardi efectuó otra exhibición el 8 de enero de 1793 para recaudar fondos destinados a los Reales Hospitales, partiendo desde la plaza de la Armería del Palacio Real, nuevamente con la presencia de la Real Familia. El vuelo, mucho más largo que el anterior, terminó tras dos horas de viaje en el Monte de Pozuelo. 



En la ascensión, y para indicar que todo iba en orden disparó una pistola, detalle que recoge la estampa superior (2 Pistola que disparó, se lee en la leyenda del primer grabado) y arrojó su sombrero a las multitudes cuando se hallaba encima del “trozo nuevo del Palacio”, tal y como se lee en la crónica del 10 de enero de 1793 del Diario de Madrid.


 Aprovechó Lunardi estos viajes para realizar varios experimentos científicos. Portaba con él diversos instrumentos, entre ellos una botella que quería llenar del aire de las capas altas de la atmósfera para proceder a su análisis en laboratorio cuyos resultados también se publicaron en el Diario de Madrid.


 El mismo Lunardi repetirá ascensión más adelante en Aranjuez. Antonio Carnicero, pintor de cámara del rey Carlos IV, debió de ser una de las personas que presenciaron estos acontecimientos, retratándolos en este cuadro perteneciente a la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao que refleja la expectación que los vuelos provocaban en la sociedad de la época.
 Al terminar esta serie de ascensiones Vicente Lunardi se trasladó a Lisboa donde finalmente fallecería en 1809 de una enfermedad.

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