Ahora que se encuentra de actualidad la Plaza de España y su proceso
de reforma, retrocedemos más de 100 años en el tiempo para observar su
primer proyecto de construcción, creado por el arquitecto municipal
Jesús Carrasco-Muñoz Encina.
El anuncio del proyecto se realizó formalmente el 10 de septiembre de
1910 cuando los planos, que a continuación vamos a observar, se
expusieron en el patio del Ayuntamiento de Madrid para su público
conocimiento.
La Plaza, que nacería de los solares resultantes del derribo del
antiguo cuartel de San Gil y el de la antigua plaza de San Marcial, tendía forma
rectangular con unas dimensiones de 160 metros de anchura y 270 de
longitud, unas proporciones prácticamente idénticas a las que tiene en
la actualidad.
Estaría rodeada de edificios oficiales en diversos estilos
arquitectónicos lo cual daba a la Plaza un aire ecléctico. Se observa de
izquierda a derecha, una Estación metropolitana para acceder al
ferrocarril del Norte, la Capitanía General de estilo clasicista y un
monumento en honor a Cervantes. La idea de dedicar un monumento al autor del Quijote es lo único que pervivió, aunque con otro diseño, gracias a un concurso para su construcción celebrado en
1915 al que también se presentó Jesús Carrasco, sin suerte.
Después vemos al Gran Hotel España, de aire afrancesado y el edificio de la Presidencia del Consejo de ministros.
A su derecha se dispondrían edificios municipales como el de la Tenencia de Alcaldía, el del distrito de Palacio y las Escuelas municipales, todos ellos en un estilo medievalista.
Finalmente, Carrasco proyecto la construcción de un gran pórtico
modernista, que salvara el gran desnivel con la Calle de Leganitos. Este
pórtico tenía tres cuerpos salientes, uno central dedicado al Ejército y
a la Marina, y dos laterales compuestos de grandes pilastras que
terminaban en unos remates con banderas nacionales.
Como complemento a la plaza se diseñó una gran avenida, la de la
Reina Victoria, que hubiera unido la plaza con la Estación del Norte
atravesando la montaña del Príncipe Pío con un elegante túnel. La
avenida terminaba en una plaza circular de la cual partía una rampa de
conexión con el nuevo andén de llegadas de la estación. Hay que recordar que el actual edificio de la estación que da a la Cuesta de San Vicente todavía no se había construído.
Aunque el plan tuvo una favorable acogida
en la prensa de la época, finalmente se fue olvidando poco a poco, hasta 1915, cuando aparece por última vez mencionado, lo cual desvela la ausencia de una verdadera voluntad política por verlo ejecutado. Un mal año 1915, por otro lado ya que la 1ª Guerra Mundial, entre otras causas, provocó la paralización de las obras municipales durante varios años. No hay que olvidar, además, que en ese momento la ciudad se volcaba
en las obras de la Gran Vía.
No obstante, este proyecto ha pasado a
formar parte del "Madrid soñado" conservándose su huella en los
depósitos del Archivo de Villa y en las páginas de prensa de la
Hemeroteca Municipal. [Ver más]
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