Originalmente Publicado el 28 de Junio de 2010.
Muchas son las actuaciones que las Bibliotecas Públicas toman en lo referente a la promoción de la lectura y la extensión bibliotecaria. En Madrid encontramos un antecedente de las actuales iniciativas en este sentido con la creación de las Bibliotecas circulantes de los Parques de Madrid en el año 1919.
Muchas son las actuaciones que las Bibliotecas Públicas toman en lo referente a la promoción de la lectura y la extensión bibliotecaria. En Madrid encontramos un antecedente de las actuales iniciativas en este sentido con la creación de las Bibliotecas circulantes de los Parques de Madrid en el año 1919.
En enero de ese año la minoría maurista del Ayuntamiento, encabezada por
Ángel Osorio, propuso al Ayuntamiento la creación de pequeñas
bibliotecas infantiles en parques o junto a estatuas de hombres
célebres, a imitación de lo ya realizado en otras ciudades europeas y
españolas como Sevilla.
Esta propuesta se materializó el mes de octubre con la creación de dos
bibliotecas: una en el Retiro y otra en el Parque del Oeste, en
principio como se lee en el periódico El País,
“sin puertas ni guardianes” y con el lema "Estos libros, que son de
todos, a la custodia de todos se confían". Sin embargo, pronto tuvieron
que empezar a tener mayores medidas de seguridad...
Se trataba de sencillas construcciones de signo modernista, a modo de
templetes, donde se situaba la estantería o librería con un cierre
metálico y atendida por un funcionario que daba el préstamo
correspondiente. Aquí vemos la del Parque del Oeste.
En el año 1936 el número de estas bibliotecas había ascendido a seis. Esta es la de Pérez Galdós en el Retiro.
La más grande se encontraba en el Parterre del Retiro y estaba destina a
un público infantil, siendo inaugurada el 21 de noviembre de 1929. A la
inauguración de esta biblioteca acudieron los infantes Don Juan y Don
Gonzalo, sentados entre los maceros del Ayuntamiento, además, en las
siguientes fotografías también vemos al alcalde de Madrid Sr.
Aristizabal, al jardinero mayor Cecilio Rodríguez y al responsable del
servicio Víctor Espinós.
En el acto el alcalde de Madrid invitó a los infantes a consultar el
catálogo de la biblioteca y a que hicieran uso del servicio de préstamo.
Se aprecia en la fotografía como ambos portan ya estos libros: un
ejemplar del Quijote para D. Juan y un libro en inglés de láminas para
D. Gonzalo, ya que la biblioteca contaba con un fondo de libros en
lenguas extranjeras.
Una peculiaridad de esta Biblioteca es que no solamente prestaba libros,
sino que también proporcionaba a los niños distintos juguetes. Vemos en
la fotografía a Cecilio Rodríguez dando una pelota a una niña. También
había cubos y palas, cochecitos, muñecos, etc. Además el día de Reyes se
permitía a los niños llevarse los juguetes prestados como obsequio del
Ayuntamiento.
No sabemos qué sección pudo tener más éxito entre la chavalería. Por las imágenes podemos intentar hacernos una idea.
Con el tiempo estas bibliotecas dejaron
de usarse y sufrieron un abandono que en algunos casos llevó a su
desaparición. Hoy sólo se conservan dos, después de haber sido
restaurados en 1994 por la Feria del Libro de Madrid: uno en la Glorieta
de Pérez Galdós…
…y otro en los jardines del arquitecto Herrero Palacios...
que, aunque de forma insospechada, han
recuperado en parte su antigua función ya que es común observar cómo los
ciudadanos los utilizan para “liberar” libros y de esta forma ser
recogidos por otros, actividad conocida como “bookcrossing”. Ver http://www.bookcrossing-spain.com
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