martes, 19 de enero de 2016

La iglesia y el mercado de San Miguel (II)

Originalmente Publicado el 1 de Noviembre de 2012.

Dejamos nuestra anterior entrada a este blog dedicado a la Iglesia y Mercado de San Miguel, en el momento en el que la parroquia fue derribada como consecuencia de los daños que le provocó el incendio de la Plaza Mayor de 1790. También vimos que, aunque la construcción del actual mercado data de 1916, la existencia de un primitivo mercado es mucho más antigua, pudiéndose rastrear sus orígenes incluso en el siglo XVII.

Panorama de la Plaza Mayor después del incendio


Al limpiarse de escombros el solar de la Iglesia, el mercado se expandió ocupándolo por completo. Aunque en un principio era el mercado más a la moda y mejor surtido de Madrid pronto se dio paso a un lugar lleno de inmundos cajones destinados á la venta de diferentes productos donde no era infrecuentes las inspecciones y sanciones por poner a la venta productos en estado de descomposición. Esta noticia aparecida en El Siglo futuro data del 24 de agosto de 1883, aunque podría relatar situaciones que se venían dando desde mucho antes.

Recorte de prensa de Siglo futuro del 24 de agosto de 1883

Para solucionar este problema, se realizaron una serie de proyectos para la construcción de Mercados cerrados ya desde el año 1835. De todos esos proyectos, que también incluían los mercados de San Miguel, los Mostenses y la Cebada, sólo se construyó el de San Ildefonso, que vemos en una imagen de principios de siglo.

Mercado de San Ildefonso

 Los proyectos, aunque “diseñados delicadamente” por Francisco Javier de Marietegui, según el Diario de Avisos de Madrid el 9 de Junio de 1835, se quedaron en el papel. Del Mercado de San Miguel sólo se construyó las portadas delanteras a fin de ocultar los cajones de los puestos de los mercados de la vista de los transeúntes, por lo que los mercados continuaron varias décadas más al aire libre.Vemos en esta imagen uno de los puestos del Mercado de San Miguel en 1868.

Mercado al aire libre de San Miguel


Aunque no se llegara a construir, el mercado sí que se ordenó mínimamente, tal y como se aprecia en el Plano Parcelario de 1877. Aquí observamos cómo se extendía hacia la calle Mayor y los puestos se disponían en cuadrícula, dejando entre ellos espacio suficiente para circular.

El Mercado de San Miguel en el Plano parcelario de 1877

En 1870 se construyeron en hierro los Mercados de la Cebada y Mostenses como consecuencia de la moda iniciada con la fundación de los grandes halles de París. De fecha posterior son el de Olavide (1885, aunque reconstruido en 1935), el del Carmen (1878) y la Paz (1882). San Miguel tendría que esperar ya que su tramitación duró de 1884 a 1911, interrumpiéndose varias veces al surgir el proyecto de construir un jardín en su lugar. Mostramos una noticia del periódico El Día del 16 de junio de 1892.

Recorte de El Día del 16 de junio de 1892

Finalmente el Mercado de San Miguel, diseñado por el arquitecto Alfonso Dubé se construyó de 1913 a 1916 constituyéndose en la única muestra de mercado construido en arquitectura del hierro, ya que todos los mercados cubiertos construidos en el último tercio del siglo XIX fueron demolidos a lo largo del XX. Su descripción la encontramos en un artículo del arquitecto Teodoro de Anasagasti en La Construcción Moderna que incluía esta fotografía:

El Mercado de San Miguel en La Construcción moderna del 30 de mayo de 1916

 En este artículo Anasagasti nos informa de que el coste de la obra ascendió a unas 300.000 pesetas, felicitándose por haberse resuelto definitivamente el problema de salubridad que suponían los puestos abiertos. ABC se hizo eco de la inauguración publicando esta fotografía donde vemos cómo, ya desde el principio, los comerciantes que no hallaron hueco dentro del mercado se instalaron a sus afueras.
Inauguración del Mercado en las páginas de ABC

Después de la Guerra Civil, el Ayuntamiento realizó un estudio sobre los Mercados madrileños con o sin intervención municipal, como era el caso de San Miguel, en el que se concluía que todos los edificios de Mercado hacía tiempo ya que habían dejado de cumplir condiciones “de situación, amplitud e higiene, pues los adelantos técnicos habían dado una nueva orientación al sistema y a los edificios”. Se consideró sólo adecuados para subsistir los de la Cebada, Olavide y San Miguel, aunque estos últimos adolecían del defecto de producir las molestias del mal olor y suciedad al vecindario ya que los puestos seguían amontonándose abigarradamente en la calle y todavía no se había instalado la cristalera exterior.

El Mercado de San Miguel


ABC nos informa de que en 1965 se consiguió liberar el espacio exterior para que la arquitectura de hierro del mercado luciera en todo su esplendor. Esta imagen de Peter Witte data de 1967.

El Mercado de San Miguel en 1967

En enero de 1983 la Dirección General de Bellas Artes lo declaró Monumento histórico-artístico de obligada conservación. En agosto de 1998 se anunció la remodelación del mercado, invirtiéndose 150 millones de pesetas para devolver al mercado su aspecto original. Sin embargo, la actividad comercial fue decayendo poco a poco. Finalmente, una nueva reforma promovida por los actuales dueños del mercado (la sociedad El Gastrónomo de San Miguel) lo ha transformado en un lugar que tiene la pretensión de convertirse en un Centro de Cultura Culinaria. De esta forma, en el nuevo mercado conviven los artículos para gourmets, los bares y las zonas de degustación con las actividades culturales relacionadas con la gastronomía, convirtiéndose en un punto de atracción para turistas y lugareños.
El Mercado de San Miguel hoy


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