martes, 19 de enero de 2016

Hay ascensor

Originamente Publicado el 1 de Febrero de 2013.

A principios del siglo XX, Madrid se había poblado de decenas de galerías fotográficas que ofrecían sus servicios a los ciudadanos en feroz competencia. Al principio las unas con las otras, después también con la llamada democratización de las cámaras fotográficas que llegaron a ser un objeto de consumo más o menos común que y que acabaría con la edad de oro de la fotografía de estudio.

La mayoría de las galerías se establecían en los áticos de los edificios. Tan arriba se encontraban que en su publicidad, más que destacar las bondades del fotógrafo, se resaltaba el hecho de que los estudios disponían de ascensor para llegar a ellos. Todos estos estudios fotográficos son reconocibles por su aspecto parecido al de un invernadero y es que los fotógrafos dependían de la luz natural para realizar sus imágenes.



Estas estructuras contaban con una gran cantidad de ventanas, tanto en las paredes como en el techo, a través de las cuales conseguían la mejor iluminación posible. Luego, toda esa luz se acentuaba o se atenuaba usando telas más o menos tupidas según la necesidad, tal y como vemos hacía el fotógrafo Alfonso en su galería.

 

Únicamente en la Puerta del Sol, nos encontramos con  siete o más estudios fotográficos según la época. Vemos el estudio de Amador (1870-1930), en el número 13.


Flanqueándole, el estudio de Yo en el número 10, 11 y 12 por un lado


Y el de M. Alviach (1846-1924), en el número 14 por el otro.


A la izquierda del edificio de Correos se ubicaban varios estudios más que probablemente no tenían ascensor, ya que no se menciona en sus rótulos. En el número 3 de la plaza se establecía la galería de M. Huerta, que antes ocupó el fotógrafo Debas. En el número 4 se encontraba Segura.


A su lado, se situaba el Estudio de Mon, en el número 5.



Todas estas construcciones en los áticos fueron perdiendo actividad a medida que se imponía la luz eléctrica como método de iluminación en los estudios. Además, su naturaleza “coyuntural” provocó que fueran desapareciendo, no quedando prácticamente ningún resto en los tejados madrileños, salvo los conservados en las fotografías de la época. En nuestra próxima entrada a este blog intentaremos encontrar uno de los pocos estuduios fotográficos de principios de siglo que ha logrado pervivir hasta nuestros días.

Actualización:
Moises Acción Portela nos envía esta preciosa imagen del dorso de una de las fotógrafías de Portela con el lema "Hay ascensor". Su estudio se ubicaba en la Calle de Alcalá número 4, muy cerca de la Puerta del Sol.



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