Originamente Publicado el 1 de Febrero de 2013.
A principios del siglo XX, Madrid se
había poblado de decenas de galerías fotográficas que ofrecían sus
servicios a los ciudadanos en feroz competencia. Al principio las unas
con las otras, después también con la llamada democratización de las
cámaras fotográficas que llegaron a ser un objeto de consumo más o menos
común que y que acabaría con la edad de oro de la fotografía de
estudio.
La mayoría de las galerías se
establecían en los áticos de los edificios. Tan arriba se encontraban
que en su publicidad, más que destacar las bondades del fotógrafo, se
resaltaba el hecho de que los estudios disponían de ascensor para llegar
a ellos. Todos estos estudios fotográficos son reconocibles por su
aspecto parecido al de un invernadero y es que los fotógrafos dependían
de la luz natural para realizar sus imágenes.
Estas estructuras contaban con una gran
cantidad de ventanas, tanto en las paredes como en el techo, a través de
las cuales conseguían la mejor iluminación posible. Luego, toda esa luz
se acentuaba o se atenuaba usando telas más o menos tupidas según la
necesidad, tal y como vemos hacía el fotógrafo Alfonso en su galería.
Únicamente en la Puerta del Sol, nos
encontramos con siete o más estudios fotográficos según la época. Vemos
el estudio de Amador (1870-1930), en el número 13.
Flanqueándole, el estudio de Yo en el número 10, 11 y 12 por un lado
Y el de M. Alviach (1846-1924), en el número 14 por el otro.
A la izquierda del edificio de Correos
se ubicaban varios estudios más que probablemente no tenían ascensor, ya
que no se menciona en sus rótulos. En el número 3 de la plaza se
establecía la galería de M. Huerta, que antes ocupó el fotógrafo Debas.
En el número 4 se encontraba Segura.
A su lado, se situaba el Estudio de Mon, en el número 5.
Todas estas construcciones en los áticos
fueron perdiendo actividad a medida que se imponía la luz eléctrica
como método de iluminación en los estudios. Además, su naturaleza
“coyuntural” provocó que fueran desapareciendo, no quedando
prácticamente ningún resto en los tejados madrileños, salvo los
conservados en las fotografías de la época. En nuestra próxima entrada a
este blog intentaremos encontrar uno de los pocos estuduios
fotográficos de principios de siglo que ha logrado pervivir hasta
nuestros días.
Actualización:
Moises Acción Portela nos envía esta
preciosa imagen del dorso de una de las fotógrafías de Portela con el
lema "Hay ascensor". Su estudio se ubicaba en la Calle de Alcalá número
4, muy cerca de la Puerta del Sol.
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