Originalmente Publicado el 16 de Mayo de 2010.
El cuadro anónimo “Milagro de la Virgen de Atocha en las obras de construcción de la Casa de la Villa” (1676-1700) contiene varias escenas que hacen que esté envuelto en un pequeño misterio histórico. Ambientado en la construcción de la sede del Ayuntamiento de Madrid, nos sumerge en la vida cotidiana del Madrid de mediados del siglo XVII por la variedad de tipos a los que retrata.
El cuadro anónimo “Milagro de la Virgen de Atocha en las obras de construcción de la Casa de la Villa” (1676-1700) contiene varias escenas que hacen que esté envuelto en un pequeño misterio histórico. Ambientado en la construcción de la sede del Ayuntamiento de Madrid, nos sumerge en la vida cotidiana del Madrid de mediados del siglo XVII por la variedad de tipos a los que retrata.
El cuadro representa el estado de estas obras en torno a 1650 cuando
salieron de un período de parón por problemas financieros. Aunque la
actividad que se aprecia en la imagen no sea muy grande, sí que aparece
un grupo de obreros, acarreadores de materiales y canteros que parecen
realizar tareas de selección de sillares, de pilastras, basas, etc. que
se presentan listas para incorporarlas a la construcción.
En el cuadro aparecen también escenas más cotidianas como mendigos,
perros callejeros, niños y aguadores que llenan sus cántaros en la
fuente monumental de Rutilio Gaci, instalada en la plaza en 1618, con
sus mascarones y escudos bellamente esculpidos. El cuadro incluye
escenas anecdóticas como la rotura de uno de esos cántaros ante la
alarma de uno de los aguadores.
Sin embargo, la escena más intrigante representa la salvación milagrosa
de un caballero víctima de una emboscada espada en mano gracias a la
intervención de la Virgen de Atocha, cuya imagen aparece sobre el cielo
ante la indiferencia general. ¿Quién era ese caballero?, ¿quién le atacó
y por qué?, ¿fue un ataque a traición o se trató de una pelea entre dos
bandos, como sugiere el personaje que parece intentar aplacar con un
gesto a los agresores? Son preguntas sin respuesta que dotan al cuadro
de un misterio casi novelesco.
Otras voces interpretan la aparición de la Virgen como una muestra de la
protección del edificio de la Virgen de Atocha a quien estaría
sometida su construcción argumentando que los rayos que emanan de su
figura iluminan el edificio. Sin embargo, la presencia de un caballero
arrodillado en el ángulo inferior derecho (¿es el mismo que se encuentra
en el suelo en medio del tumulto?) hace que se interprete el cuadro
como un exvoto de este personaje realizado en agradecimiento a la Virgen
de Atocha por el milagro producido.
Fuente: Madrid pintado: la imagen de Madrid a través de la pintura. Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 1992. p. 76-77
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